Fui el calor en tu cuerpo
Fui la vida,
escurriéndose a tu encuentro
Y tu reflejo en el mar
Fui en tu mano cerrada
Y tu impulso al caminar
Y en el baile de tu risa
En la cuna de tus sueños
En tu vuelo, en tu prisa
mientras era solo un niño.
Cuando el sueño se hizo luz
Yo fui el encuentro y tú el guiño
Lejos del desconcierto
Ahora soy vivo e inmenso
Esa sombra del sombrero
La vida es solo un parpadeo