Algo inmenso me inunda por dentro.
Me atrevería a llamarlo eterno pero siento que ni la propia palabra lo abarca.
Algo inmenso se expande en mi pecho. Crece en cada respiración.
Me eleva, me hace flotar...
Tu me extiendes tus brazos, libres ahora de tiempo, me haces bailar en el universo...
Me traes a este lugar dónde nada me aflige. Y cuando siento que no es posible, me llenas todavía más y me enseñas así que el espacio que pretendo abarcar con mi cuerpo también está libre de sí.
La Paz con la que me envuelves me seduce, me cautiva, mantiene mi atención anclada en ella. Tiene tanta presencia que se hace palpable... Sonora... Imagino mi cuerpo despegando cada uno de sus miembros... no lo necesito para habitar este momento...
Puedo escuchar una música inaudible dentro de mi corazón, vuelvo mi mirada y descubro que es la inmensidad que siento, ahora ya no hay dentro... Ahora comprendo que el propio estado del ser es lo inmenso...
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