sábado, 7 de enero de 2017

Nada que temer

Nunca hay nada que temer
Cuando uno va ligero
De cuanto dice
De cuento piensa
De los consejos que da...

Nunca hay nada que cargar
Cuando uno es transparencia
Cuando se muestra
Libre de protecciones...
Porque, al final, no hay nada que temer...

No existe ningún pesar
Cuando uno se deja ser
Se acepta.
Humildemente se observa
Y se abraza en lo que puede
Y en lo que no puede también
Y es que, nunca hay nada que temer

Nada que ocultar
Cuando en realidad el juicio,
nunca es hacia los demás.
Cuando lo que proyectamos
Es siempre nuestro yo en aquel
Y si nos aceptamos
Qué habría que temer?

Nunca hay nada que temer
Cuando tu corazón se expresa
Tal y como es

Y es que la propia vida
Prepara el terreno
De tu propia presencia,
De la humilde mirada
Hacia todo lo que te rodea
Te ofrece experiencias
En las que aceptas tus límites
Y reconoces tu grandeza
En las que a pesar del dolor
No eliges la culpa
Sino el amor
Si es que tu propia vida está hecha
A la medida de tu propio corazón
Diseñada para que puedas expresarte mas y mas a través de él

Entonces, Qué habría que temer?

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