Normalmente y de manera inconsciente todos defendemos nuestra identidad. La construcción mental y emocional de aquello que creemos ser. Y normalmente y de nuevo de manera inconsciente nos cerramos a opiniones, situaciones o emociones que alteren ese concepto o idea. Es como si lo que otros pensaran o hicieran pudiera mover aquello que somos y no lo aceptamos.
De hecho cada situación, emoción, conversación que vivamos con otro nos mueve, altera nuestros cuerpos energéticos y según como de abiertos estemos, nuestras emociones y pensamientos. Pero, eso no nos hace dejar de ser, de existir, tan solo nos abre nuevas experiencias, que, si no juzgáramos buenas o malas agrandarían nuestro paso por la tierra.
De hecho cada situación, emoción, conversación que vivamos con otro nos mueve, altera nuestros cuerpos energéticos y según como de abiertos estemos, nuestras emociones y pensamientos. Pero, eso no nos hace dejar de ser, de existir, tan solo nos abre nuevas experiencias, que, si no juzgáramos buenas o malas agrandarían nuestro paso por la tierra.
Hoy la energía nos invita a observar qué de lo que viene de fuera estamos dispuestos a aceptar, cómo es nuestra actitud hacia aquello que no nos gusta de los demás y por tanto de nosotros.
Hoy tenemos la oportunidad de abrirnos y dejar que la vida nos mueva, que haga de nuestra identidad algo más flexible, que nuestro ego no sea la cárcel que nos contiene sino la herramienta que permite la experiencia.
Hoy respiro tranquila cualquier vivencia, me abro y la dejo pasar a través de mi. Hoy me libero de los dictados de: me gusta o no me gusta.
Hoy soy eterna e impermanente como la vida y me permito bailar con ella
No hay comentarios:
Publicar un comentario